Una nueva edición de Cyclobiblio (y ya van cinco, aunque para mí, la tercera) nos llevó a conocer esta mediateca (como les gusta a los franceses llamar a sus bibliotecas) en el pueblo de Mazé. Y no se trata de una biblioteca cualquiera, tiene una bonita historia detrás.
La biblioteca La Bulle de Mazé empezó su historia gracias al trabajo desinteresado de un grupo de voluntarios.
Con el actual equipo de gobierno municipal se le dotó de personal bibliotecario profesional, pero apostando por mantener ese voluntariado que tanto había hecho anteriormente: 6 bibliotecarios y 18 voluntarios garantizan una labor cultural y de animación a la lectura que sería la envidia de muchas instituciones similares.
Pero hay más: desde 2003, esta biblioteca está especializada en el mundo del cómic, y se ha convertido en punto regional de referencia.
Alrededor de 6500 obras gráficas y 500 ensayos sobre el tema, formación especializada, publicaciones propias, exposiciones, artistas residentes, programación cultural especializada... Todo esto ha dado origen en 2017 al primer Festival de Bande Dessiné Cases Départ.
Mazé se ha convertido en el municipio del cómic. A escasos metros de la biblioteca se encuentra el Atelier Kawa, un lugar de creación y encuentro entre creadores profesionales y aficionados, donde son frecuentes las visitas, los cursillos o los encuentros puntuales de dibujantes y autores del género. Todo un lujo en una localidad que no llega a los 5000 habitantes.
Pero no todo es cómic, ya solamente acercarse al edificio es una auténtica sorpresa, tanto si lo haces por la puerta principal, con ese bosque de poemas, o vienes desde la parte de atrás, por ese jardín tan cuidado.
Los espacios son agradables, con muebles modernos y acogedores, con colores vivos y con detalles que marcan carácter: el salón, la terraza...
El salón no solo se presta a exposiciones o talleres (como el de cómics que tuvimos nosotros), también es lugar donde tomar un café mientras se desarrolla una tertulia alrededor de un libro, por ejemplo. Es interesante ver la programación cultural que aparece en la web.
La terraza, con vistas al jardín, ¿quién no se quedaría ahí toda una tarde soleada? Cuando hablamos de "tercer espacio" refiriéndonos a las bibliotecas, siempre pensamos que tienen que ser sitios así, que ejerzan una gran atracción y que nos permitan usarlos de distinto modo según nuestras necesidades.
La hora del cuento: parece que será la princesa, la abuelita, el caballero de la mesa redonda o los enanitos del bosque los que vendrán a ocupar ese trono rosa y a deleitarnos con sus historias.
Fotos propias
¿Conoces esta biblioteca y quieres dar tu opinión sobre el edificio y sus espacios?
Más información:
Comentarios
Publicar un comentario