Fachada principal Foto: Teo García |
La Biblioteca Reina Sofía está ubicada en la antigua Cárcel de la Real Chancillería, edificio diseñado por el arquitecto Nicolás Bueno e inaugurado en 1703.
Desde su construcción, hasta los años posteriores a la Guerra Civil Española, ha sido cárcel, momento en el que otro edificio nuevo se construyó muy cerca con el mismo fin y lo sustituyó. Después de unos años de abandono, la Universidad de Valladolid se encargó de rehabilitar el edificio y convertirlo en una biblioteca: la Biblioteca General "Reina Sofía", que se inauguró en 1988.
Me interesa dejar patente cómo un edificio pensado para algo tan peculiar, tan triste, tan sórdido, ha podido convertirse en un lugar de aprendizaje y cultura. ¿Qué problemas de adaptación ha habido? ¿Qué dificultades existen por estar catalogado como bien histórico?
Paleta informativa en el exterior Foto: Biblioteca Reina Sofía |
Se trata de un edificio de planta cuadrada, con patio central, aspecto ligeramente palaciego en su exterior, pero sobrio y austero por dentro y por fuera. El patio estaba abierto en su origen, pero con la rehabilitación de 1985, se cerró con una estructura acristalada transparente. No fue este el único cambio. Respetando la mayor parte de la estructura arquitectónica, se modificaron algunas paredes, suelos, ventanas, etc.
Tiene un sótano, donde actualmente está el depósito de la biblioteca, dos plantas y una tercera planta en tres partes: dos salas que se ubican en las dos torres laterales de la fachada principal, y una sala mayor en la parte trasera del edificio, a la altura de la cubierta.
Está situado entre dos edificios también históricos: el Archivo de la Real Chancillería, que ocupa el inmueble que fue antes la Real Audiencia, y la Casa del Alcaide, ocupada ahora por el Instituto Universitario de Historia Simancas.
Con una configuración casi cerrada, con pocas posibilidades de cambios estructurales, con salas relativamente pequeñas y con un equipamiento de 1988, que poco a poco se va renovando, la biblioteca actualmente cuenta con los siguientes espacios:
Planta baja: a través de un viejo portón de madera se entra en un pequeño zaguán, desde el que se aprecia el patio interior a través de una gran cristalera. Una sala a la izquierda, convertida en espacio polivalente e independiente del resto del edificio. Y a la derecha, la segunda puerta de acceso a la biblioteca, esta vez al punto de información y préstamo.
Patio Foto: Teo García |
Accedemos al patio, donde vemos la parte central ocupada por varias mesas de estudio alargadas, catorce columnas que delimitan esta zona y un pasillo que rodea todo el cuadrado. En este pasillo se han colocado quince estanterías de libre acceso, un expositor, un punto de ajedrez, el rincón del cómic.
Exposición Siglo XIX Foto: Biblioteca Reina Sofía |
Mesa de ajedrez Foto: Biblioteca Reina Sofía |
Piano digital en la Sala de Música Foto: Biblioteca Reina Sofía |
Sala de trabajo en grupo Foto: Biblioteca Reina Sofía |
Segunda planta: las tres zonas independientes que hemos descrito anteriormente son de uso interno.
Depósito: estanterías metálicas cubren toda la superficie, donde además están las instalaciones calefactoras del edificio.
Por el hecho de ser antigua cárcel, el edificio cuenta con pocas ventanas, algunas de difícil acceso, lo que hace muy difícil la correcta ventilación.
Los gruesos muros interiores hacen de pantalla en algunos puntos para la correcta transmisión de señal WiFi, algo tan necesario hoy día.
El sonido se multiplica desde cualquier punto, amplificado por la piedra de suelos y muros y ausencia casi total de materiales aislantes acústicos. Los tacones, la voz, las sillas que se arrastran, la lluvia que cae en el techo del patio... todo se multiplica en medio del silencio.
El techo acristalado del patio hace que en determinados meses del año se alcancen altas temperaturas, siendo imprescindible un gran uso de aire acondicionado.
Los nuevos usos bibliotecarios tienen que adaptarse al espacio, ya que el espacio casi no puede adaptarse a los nuevos servicios.
Cuando veo edificios históricos convertidos en bibliotecas no puedo resistir la tentación, la tentación de entrar, ver y, si se puede, preguntar.
Cerca de Valladolid hay otra biblioteca en un edificio histórico que también fue prisión: la Biblioteca Pública Municipal "Fray Bartolomé" de Olmedo.
¿Conoces esta biblioteca y quieres dar tu opinión sobre el edificio y sus espacios?
Más información:
Los gruesos muros interiores hacen de pantalla en algunos puntos para la correcta transmisión de señal WiFi, algo tan necesario hoy día.
El sonido se multiplica desde cualquier punto, amplificado por la piedra de suelos y muros y ausencia casi total de materiales aislantes acústicos. Los tacones, la voz, las sillas que se arrastran, la lluvia que cae en el techo del patio... todo se multiplica en medio del silencio.
El techo acristalado del patio hace que en determinados meses del año se alcancen altas temperaturas, siendo imprescindible un gran uso de aire acondicionado.
Los nuevos usos bibliotecarios tienen que adaptarse al espacio, ya que el espacio casi no puede adaptarse a los nuevos servicios.
Cuando veo edificios históricos convertidos en bibliotecas no puedo resistir la tentación, la tentación de entrar, ver y, si se puede, preguntar.
Cerca de Valladolid hay otra biblioteca en un edificio histórico que también fue prisión: la Biblioteca Pública Municipal "Fray Bartolomé" de Olmedo.
¿Conoces alguna biblioteca, en cualquier lugar del mundo, que esté ubicada en una antigua prisión?
¿Conoces esta biblioteca y quieres dar tu opinión sobre el edificio y sus espacios?
Más información:
- Web de la Biblioteca Reina Sofía
- Redes sociales de la Biblioteca Reina Sofía
- Web del Servicio de Bibliotecas de la Universidad de Valladolid
- Web de la Universidad de Valladolid
Comentarios
Publicar un comentario